El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó desde Zaragoza que serán "rápidos y flexibles" en la resolución de las reclamaciones que presenten los ciudadanos para poder acceder a las ayudas anunciadas por el Gobierno para paliar los daños de las catástrofe natural por la crecida del río Ebro.
El jefe del Ejecutivo, que no cifró la cuantía de las pérdidas, dijo que "se han producido daños muy importantes" y "lo que tenemos que hacer ahora es repararlos" con "urgencia y rapidez". "Vamos a cumplir con nuestras responsabilidades y vamos a estar perfectamente coordinados" con las autoridades de las zonas afectadas, explicó el presidente.
Rajoy insistió en que "no hay una estimación definitiva" de los daños, porque hay un plazo de hasta dos meses para que las personas perjudicadas por esta situación hagan la correspondiente reclamación. El presidente del Gobierno, que se desplazó hasta Zaragoza al término del Consejo de Ministros para conocer sobre el terreno la situación, expresó su "solidaridad" con las personas que se han visto perjudicadas por la crecida y desbordamiento del río Ebro.
Rajoy reconoció que "ha habido mucho daños, cuantiosos", en materia de infraestructuras, pero "sobre todo en bienes privados", como viviendas, comercios y garajes, y en el sector agropecuario. Ante las críticas por la tardanza en realizar la visita a la zona afectada y en la aprobación de las medidas de ayuda a los damnificados, el presidente dijo que está "para resolver problemas" y lamentó que se haga un uso "político" de esta situación.
El jefe del Ejecutivo también agradeció la labor de todas las personas que han trabajado para socorrer a otros y destacó los más de 1.000 efectivos que se han movilizado, entre Unidad Militar de Emergencias (UME), Policía y Protección Civil, entre otros.