El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho que "la crisis es historia del pasado pero no lo son sus secuelas" y que la recuperación no será completa hasta que no llegue a cada hogar y a cada persona que no tiene trabajo.
Rajoy ha hecho estas consideraciones en el acto de clausura de la firma del programa extraordinario de la activación del empleo, que contempla una ayuda de 426 euros para parados sin protección, y donde los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, han cuestionado la salida de la crisis.
"Salir de la crisis -ha dicho Fernández Toxo- comporta recuperar los estándares de bienestar que este país tenía antes de su inicio, y para ello queda un largo trecho y el esfuerzo del conjunto de los agentes sociales".
Por su parte, el líder de UGT ha subrayado que el acuerdo suscrito es "imprescindible" para una situación "insostenible", pero también ha subrayado que la recuperación "no va a llamar a la puerta" de las personas incluidas en este acuerdo.
Méndez ha recordado que los 450.000 beneficiarios de este plan están "duramente golpeados" por la desigualdad y ha pedido que contribuya en términos reales al aumento de la cobertura de desempleo en dos puntos y medio por cada 100.000 beneficiarios. El líder de UGT ha hecho hincapié en que este programa no agota el dialogo social, si bien ha precisado que "sin esta medida el diálogo social no hubiera podido continuar".
Tras la firma, en el Palacio de La Moncloa, entre Gobierno e interlocutores sociales, Toxo y Méndez han insistido en valorar el pacto pero también han exigido más, como por ejemplo la subida del salario mínimo interprofesional.
"Después de años de sequía es ahora cuando más se valora la lluvia", ha dicho Fernández Toxo, quien ha solicitado una renta mínima que garantice la supervivencia de miles de personas que no encuentran empleo. También ha demandado que el acuerdo de la negociación colectiva contemple un renovado papel de los salarios.
Fernández Toxo ha insistido en que el acuerdo "no es una ayuda aunque lo es. Fundamentalmente se trata de un acuerdo para facilitar condiciones de acceso al empleo a quienes peor lo están pasando", hasta 450.000 personas. También el presidente de CEOE, Juan Rosell, se ha puesto en línea con los sindicatos y ha abogado por hacer "más y mejor" de lo que se está haciendo hasta la fecha. Rosell ha valorado el acuerdo y lo ha enmarcado en la situación de emergencia que vive España.
"La emergencia social debe de tener una respuesta política adecuada", ha dicho Rosell, y eso es lo que se está haciendo ahora. Rosell ha dicho que una cosa son las buenas intenciones y otra las cosas que se pueden hacer desde el punto de vista presupuestario, en las familias, en las empresas y en todas las administraciones.
Por su parte, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, ha pedido que el acuerdo no se interprete como una simple renta de supervivencia, sino como un incentivo que permita recuperar la ilusión.