"Yo no cedí Cantora a mi madre a sabiendas. Firmé lo que ella me pidió". Estas palabras de Kiko Rivera han desatado el mayor cisma familiar en la historia de Cantora.
Además, Kiko ha llamado por sorpresa a su hermana Isa Pi, que acaba de cumplir 25 años y lo ha hecho encerrada en la casa del reality donde está participando. "No quiero verte llorar, quiero verte disfrutar con tu futuro marido y que no pienses en nada del exterior. Te pido perdón públicamente si alguna vez te he fallado. Siempre serás la niña de mis ojos. Te quiero con toda mi alma", ha expresado.
Mientras la relación de Isabel Pantoja y su hijo sigue llenando titulares, Irene Rosales ha manifestado que está dolida de que la hagan culpable de avivar el conflicto: "Yo antes hubiese tenido una conversación con mi madre y no hubiese dicho lo de la viuda de España, pero respeto su decisión”, ha afirmado.
La herencia de Paquirri sigue dando de qué hablar y al fondo de la cuestión cada día suenan con más fuerza las sorprendentes declaraciones de Kiko sobre su madre.
Según recoge la revista Lecturas, la periodista Paloma García Pelayo afirma que en el año 2002 al dj le hacen firmar un poder sobre su parte para que su madre, con problemas económicos, pueda dar como garantía Cantora para una hipoteca de 2,7 millones de euros.
Pero, ¿qué ocurre 13 años después?
Según la periodista, Kiko habría vuelto a firmar de nuevo en 2015, con Isabel en prisión, una nueva hipoteca sobre Cantora, pero esta vez por valor de 1,1 millones de euros para que la artista pudiera hacer frente a su deuda con Hacienda. Por tanto, no sólo habría cedido su parte de la finca, sino que sería el responsable de dos hipotecas a su nombre, lo que podría dejarle enterrado en deudas.