A mediados de febrero, Rosa se convierte en la cuidadora de Pilar, una anciana de 70 años de Leganés. En plena pandemia, el 30 de marzo, la mujer muere pero la asistente no avisa a sus hijas de lo sucedido, manda incinerar el cuerpo y se queda de okupa.
"No tengo nada que decir". Así de contundente se mostraba Rosa cuando le preguntaron por qué autorizó incinerar el cuerpo de Pilar a espaldas de la familia. Todo esto sucedió mientras Rosana, la hija de Pilar, estaba ingresada en el hospital con coronavirus.
Este martes, Rosana y su marido han contado su testimonio en el plató de Juntos. “Sentí rabia al verla. Quería que me mirase a los ojos y me diera explicaciones, pero ella mostraba indiferencia”, ha asegurado.
“Mi madre ha tenido varias cuidadoras sociales. Rosa llevaba mes y medio cuidándola. Nos llama la atención porque pasa a ser titular de los suministros de mi madre 10 días antes de fallecer”, ha contado la pareja en el programa.
Además, la hija de Pilar ha ampliado la denuncia. Ahora la demanda también irá contra la funeraria que incineró el cuerpo sin orden de la familia. Desde la empresa han dicho que Rosa contrató sus servicios y ordenó la incineración de Pilar, enviando para ello una autorización, así como una copia de su DNI y del de la fallecida.