Estamos a punto de entrar en el verano, pero el tiempo que estamos teniendo ya ha permitido los primeros baños en las piscinas y en las playas y, también, esas molestas quemaduras solares después de estar todo el invierno con el cuerpo tapado.
Y para saber qué tipo de protección necesitamos, Mario Picazo nos recuerda que es imprescindible la visita al dermatólogo para que nos diga qué tipo de piel tenemos.
“El especialista te dará 6 opciones de tipología de piel, empezando por el fototipo uno que es cuando te quemas con más facilidad”, explica Picazo.
Hablando de ese fototipo número uno, es el más problemático de todos puesto que si el dermatólogo te confirma que tienes ese tipo de piel, quiere decir que, a los 10 minutos de exponerte al sol, sin ningún tipo de protección, te vas a quemar.
¿Qué se puede hacer en este caso? Utilizar una crema solar con un factor de protección alto. Si utilizamos, por ejemplo, una de factor 30, nos alargará la exposición al sol sin quemarnos hasta 30 veces, es decir, 300 minutos, pero cabe recordar que es importante repetir la aplicación de la crema tras el baño o si hemos sudado para continuar con la producción.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el momento en el que nos echamos la loción, que siempre debe ser 30 minutos antes de la exposición solar, no cuando ya estamos tumbados en la toalla, para poder acceder a las capas más profundas de la piel. La mejor opción es aplicarla antes de salir de casa para que, cuando queramos tomar el sol, ya estemos preparados y protegidos.
También hay que tener en cuenta que no solo se producen las quemaduras en playa o en la piscina, también en la calle por lo que nunca debe faltar una buena crema solar cuando vamos a pasar tiempo al sol.