El 22 de mayo de 2004, la catedral de la Almudena fue testigo del enlace real entre el entonces príncipe Felipe de Borbón y Letizia Ortiz. Una boda real a la que acudieron más de 1200 invitados y que Jesús Junquera, el "alma" de la catedral y encargado del Templo, recuerda con todo detalle. Nos ha contado cómo se desarrollaron los preparativos para ese día y cómo Doña Sofía iba con sus nietos días antes para que los pequeños pudieran ensayar la entrada con la decoración floral que debían portar. Sin embargo, cuando llegó el gran día a algunos de los niños les entró la vergüenza y decidieron no participar, pero sin duda, quedó para el recuerdo la imagen de Froilán pegando una patada a una de las pequeñas de la comitiva.
Mateo Barrios, voluntario de la catedral, tiene la imagen grabada en la memoria de todas las columnas de la catedral repletas de flores, desde la base hasta los capitales. Una decoración que hacía aún más bella a la Catedral en un día en el que la lluvia fue otra de las grandes protagonistas.
Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid entre 1994 y 2014, fue uno de los invitados principales al enlace y guarda una divertida anécdota de ese día, ya que tuvo que prestar a los novios su pluma para firmar el acta, ya que les habían llevado un boli BIC.