Pinta, toca el piano, baila, interpreta… Carmen Conesa es una auténtica todoterreno de las artes. Talentos conseguidos a base de constancia, esfuerzo y horas de estudio, explica la actriz en Madrid Directo.
Si nos ceñimos a la interpretación, esta polifacética actriz se siente cómoda en todo tipo de papeles. Deja a Morticia Adams para dar vida a Lola, una profesora de filosofía en plena crisis existencial.
Drama o comedia, mientras haya un buen guion detrás, todos los papeles son bienvenidos si el público sale satisfecho. Sin embargo, para la actriz, la comedia genera una sinergia especial: “El público sale más feliz cuando se ha reído”, asegura.
“La risa es una terapia sanadora, sobre todo en tiempos como los que vivimos "con estas noticias tan deplorables de la guerra"… "Es importante poder practicar la risoterapia”, continúa diciendo.
Carmen medita dos veces al día, conecta el corazón con la mente, “un matrimonio esencial” para la actriz. También en el camerino del teatro Reina Victoria donde protagoniza ‘El peligro de las buenas compañías’ junto a Miriam Montilla, Fernando Cayo y Ernesto Arias.
La obra está basada en un ensayo de Javier Gomá y expone a través del humor cómo la bondad puede ser tóxica. Los buenos ejemplos crean mala conciencia a determinadas personas y viceversa, dice Conesa.