El trasplante de órganos modificados genéticamente, un camino de largo recorrido
Eduardo Miñambres, secretario de la Sociedad Española de Trasplante, pide cautela ante el anuncio del primer trasplante de un corazón de cerdo modificado a un humano
En España se realizan al año unos 350 trasplantes de corazón y pulmón
El trasplante de órganos modificados genéticamente, un camino de largo recorrido
Redacción
El anuncio del primer trasplante de corazón de cerdo modificado genéticamente a un humano ha revolucionado a la comunidad científica y a la sociedad en general. Este nuevo procedimiento puede convertirse en el comienzo de una nueva era en los trasplantes de órganos, pero aún queda mucho camino por recorrer para el visto bueno de la comunidad científica, aclara Eduardo Miñambres secretario de la Sociedad Española de Trasplante.
La investigación del equipo médico norteamericano que ha conseguido este hito, aún no se ha hecho pública en ninguna revista científica, por lo que la comunidad médica internacional pide cautela: “De momento tenemos solo información periodística”, aclara Miñambres.
La novedad de esta operación es que el corazón de cerdo trasplantado se ha modificado genéticamente, “para quitar los genes que intervienen en el rechazo de los órganos y para insertar genes humanos que, teóricamente, van a hacer que el cuerpo humano tolere mejor ese injerto”, explica el doctor.
“Es una noticia esperanzadora, pero tendremos que esperar a ver cómo funciona el órgano a largo plazo y que no dé problemas como tumores o infecciones”, aclara Miñambres. “Los resultados de esta nueva técnica tardarán en ser totalmente fiables”, sostiene.
En España se realizan al año 2.500 trasplantes de riñón, unos 1.200 de hígado y unos 350 de corazón y pulmón. El sistema de trasplantes adolece de una falta de órganos “y eso que España es el que mayor tasa de donación tiene en el mundo”, explica Miñambres.
De confirmarse la viabilidad de esta nueva técnica, los pacientes ya no tendrían que esperar un donante: “Sería la mejor noticia, que nadie tenga que morir esperando un órgano”, afirma el doctor.