El efecto mariposa del ‘Ever Given’ en el comercio mundial
Redacción
El carguero ‘Ever Given’ ha inutilizado el Canal de Suez durante seis días, bloqueando una de las rutas comerciales más importantes del planeta. Las consecuencias en los precios de algunos productos, especialmente del petróleo, y del abastecimiento no se han hecho esperar.
Este lunes han logrado desencallar el barco, pero todavía tendrán que pasar unos días hasta que la ruta marítima recupere su total normalidad. El incidente ha puesto de manifiesto la importancia de un punto estratégico como el Canal de Suez en el comercio mundial y de cómo una interrupción de este tipo afecta al suministro.
Los expertos estiman en un 1.4% el efecto que el incidente del ‘Ever given’ ha tenido en el PIB mundial en una semana, “porque no solo estamos hablando de un barco, sino de los 300 que están esperando a atravesar el canal y los que ha decidido darse la vuelta para rodear África camino del Mediterráneo, una ruta afectada por la piratería”, explica en Madrid Directo el economista Miguel Ángel Bernal.
"Ya la estamos sufriendo las consecuencias; la primera, la subida del precio del petróleo, asegura Bernal. “El 80% de las mercancías que se mueven en el mundo lo hacen por rutas marítimas. Toda Asia, especialmente China, utiliza el Canal de Suez para transportar sus mercancías, por lo que además se resiente el comercio online, que cada vez tiene mayor penetración”.
“El problema es capital, continúa diciendo el experto, vivimos en una economía global y una interrupción en la cadena de suministro afecta a la economía a todos los niveles”.
Un ejemplo. El puerto de Valencia recibe un suministro de piezas para la industria, y ese mismo barco se carga de productos agrícolas con destino a otros puertos del mundo: La planta de automóviles de Almussafes puede verse obligada a parar por la falta de piezas, y los negocios que esperan las naranjas valencianas no las van a recibir a tiempo.
Por lo tanto, las rutas marítimas son clave para el comercio exterior: “Hay una falta muy grande de movilidad, con casi toda la flota de barcos comerciales en el mar, una falta de contenedores y muchos barcos esperando en los puertos para desestibar”, dice Bernal.