Se cumple un año de la explosión en la calle Toledo. Cuatro personas fallecieron y otras 10 resultaron heridas. Los daños materiales fueron cuantiosos en varios inmuebles como el colegio La Salle, la residencia Los Nogales o la parroquia Virgen de la Paloma.
El tiempo pasa, pero la terrible explosión permanece en la memoria. Juan García es feligrés de La Paloma y vivió la explosión en primera persona. Dos de los fallecidos, Rubén y David, que eran muy amigos de Juan.
Pero la vida continúa en el templo. “Es una parroquia con mucha vida durante todo el año. Por el edificio que explotó pasaban semanalmente miles de personas y ahora nos ha tocado dispersarnos”, explica Juan en Madrid Directo.
La parroquia realizan sus actividades cotidianas en las parroquias cercanas, “que nos han acogido muy bien”, sostiene Juan.
Todavía queda mucho tiempo hasta que la parroquia pueda contar de nuevo con el edificio siniestrado. “Este edificio ha dado muchos frutos desde que se construyó hace 30 años”, añade. La reconstrucción está en marcha gracias a las donaciones de particulares.
El pasado mes de diciembre, la parroquia anunció que reclamaría por la vía civil para conocer las causas de la explosión y que pedirían responsabilidades por su “actuación negligente” a Naturgy y Canal de Isabel II.