La lluvia vuelve a ser la protagonista en nuestra región. Una previsión que pone a temblar a los vecinos de Arroyomolinos que viven junto al arroyo y que han visto ya cómo el agua se ha llevado hasta 60 metros de sus parcelas.
Guillermo y Ángel vigilan desde el otro lado del arroyo el muro de sus casas en un día de lluvia porque temen perder más metros de terreno. "Aquí desde que hicieron la depuradora, que fue en el 2008-2009, empezaron todos los problemas".
Sus casas están situadas al borde del arroyo de la Arroyada y en ningún momento hasta que empezaron los problemas alertaron sobre que las viviendas están construidas muy cerca del agua. "Ahora lo han dicho porque les interesa", nos aseguran.
Cada vez que se prevén lluvias o llueve, la pesadilla regresa para los vecinos, ya que crece el arroyo, dañando los cimientos de las casas. De hecho, en alguna que otra ocasión los servicios de Emergencias han tenido que acudir a la zona por el riesgo de derrumbe.
"Esto es por el Ayuntamiento porque la Confederación del Tajo ha dado delante de mí en una reunión todos los permisos necesarios para hacer un cauce más ancho, que es lo elemental aquí. Era un arroyito pequeñito y se ha convertido en un río".
Una de los terrenos más afectados es el de Gloria y Antonio. Su parcela está prácticamente en ruinas. "Es dantesco y ya llevamos 5 años". Pero el problema de otro de los vecinos va mucho más allá, ya que han aparecido numerosas grietas en la vivienda.
"Tuvimos una reunión con la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Arroyomolinos hará cosa de mes y medio. Nos dijeron que iban a sacar una licitación para que viniera un perito a ver las grietas de las casas, las estructuras, cómo está afectando todo y no hemos vuelto a saber más". Todos los vecinos achacan el problema al caudal, aumentado desde que la depuradora de Móstoles suelta sus vertidos aguas arriba.
Desde el Ayuntamiento nos dicen que en 2023 invirtieron 435.000 euros en el reforzamiento y protección de los taludes y que actualmente trabajan en dos estudios de ingeniería en los que han invertido 15.000 euros para cada uno.