Los vecinos de Moralzarzal denuncian sufrir vertidos de aguas fecales en la Dehesa Vieja. Cada vez que llueve se desbordan por los registros del alcantarillado, dejando esparcidos por buena parte del terreno restos de todo tipo, como papeles, toallitas y otros restos orgánicos.
Cabe destacar que estas aguas fecales acaban vertiéndose en los arroyos que atraviesan la dehesa. En los terrenos donde acaban estos vertidos incontrolados, pasta y bebe el ganado para propiciar el modelo de ganadería extensiva.
Malos olores e insalubridad. "Esto viene del pueblo, de las casas de Moralzarzal". Asimismo, las filtraciones al subsuelo contaminan los pastos y los vertidos a los arroyos, que desembocan en el Embalse de Santillana, contaminando a su vez las aguas destinadas al consumo humano.
"Todas las aguas que vienen por estos pequeños cursos llegan aquí y van desembocando en el arroyo, que debería ser de aguas limpias, y al final se convierte en un arroyo con aguas fecales. Sigue su curso, desemboca en el río Navacerrada que, a su vez, desemboca en el Embalse de Santillana, que es un embalse del que beben todos los madrileños".
Es por ello que sus vecinos llevan denunciando desde hace 15 años el grave impacto ambiental y el peligro para la salud pública causado por el mal dimensionamiento y estado de conservación de la red de alcantarillado que atraviesa la Dehesa Vieja, monte declarado de Utilidad Pública en 1901.