Acompañamos a Carlos, un experimentado pescador, a capturar cangrejos señal, una especie invasora, en la comarca del río Jarama, al este de la Comunidad de Madrid. "Es el más parecido al autóctono nuestro, que ya casi no hay. Gastronómicamente es mejor que el rojo, que es el americano".
La introducción del cangrejo señal en Europa fue realizada por primera vez en Suecia en 1969 procedentes de California y fue rápidamente introducida en otros muchos países europeos en los años 80. A Madrid se cree que pudo llegar desde Guadalajara.
Actualmente, está ampliamente introducido en todo el continente y es la principal causa de regresión de las especies autóctonas. La mayoría de estas introducciones han representado nuevos focos de dispersión.
Para su captura, primero necesitamos los artilugios para ello, como el cebo, los reteles para cogerlos y el cubo para llevarlos. A continuación, colocamos el cebo en el alfiler, en este caso un pescado de río, se prepara el retén y se lanza al agua. "Los cangrejos no se ven. Están escondidos en cueva y ramas".
Carlos lleva capturando cangrejos en el Jarama desde que era un niño. "Veníamos en bicicleta todos los chavales, que veníamos a bañarnos al río y de paso cogíamos unos cangrejos para hacer una cangrejada en casa", nos cuenta.
El cangrejo señal se diferencia de otros por tener una mancha blanca en el dorso de sus pinzas. Se trata de una especie también de coloración variable, preferentemente de color castaño con tonos azulados en ejemplares grandes y poseen suturas longitudinales del caparazón separadas a diferencia del cangrejo rojo.
El cangrejo rojo es uno de los platos que más se elabora en la comarca, como en el Bar Mesón Las Cubas. Para ello, primero los lavan bien con agua y vinagre y después los cuecen con sal y laurel. Mientras, se prepara un sofrito con cebolla, ajo, pimienta y coñac. Finalmente, se echan al sofrito durante unos minutos y listos para degustarlos.