La pradera se tiñe de rock and roll y Burning se adueña del escenario principal a partir de las 22.30 de la noche.
Historias de ayeres y mañanas para perdedores solitarios y amantes del olvido. Como grupo, han sobrevivido a sus tragedias personales y a los cambios propios de la música.
Tres generaciones unidas en una voz "movimiendo las caderas cuando todo salga mal."