Cierra ‘Diadema’, la icónica pastelería de Malasaña
- Un negocio que ya formaba parte de la esencia del barrio de Malasaña.
El número 6 de la calle Espíritu Santo lleva oliendo a pan recién hecho 45 años. Exactamente desde que María Luisa Sánchez decidió abrir su pastelería, “Diadema”. Un negocio que ya formaba parte de la esencia del barrio de Malasaña.
Y es que no es de extrañar pasear por la calle y encontrar una fila de personas esperando para comprar. Conocida por ese brownie que elaboran con la misma receta secreta del Hotel Ritz y por sus roscones.
“¡Me jubilo! No puedo despedirme de todos, os deseo lo mejor. Cuidaros mucho”
Sin embargo, ahora cuelga de su escaparate un cartel que grita: “¡Me jubilo! No puedo despedirme de todos, os deseo lo mejor. Cuidaros mucho”.
Las puertas de la icónica pastelería cierran sus puertas este domingo 30 de mayo para siempre. ¿El motivo? Su jubilación sumada al fin del contrato de alquiler de renta antigua que tenía el negocio y una fallida negociación para comprar el local.
A pesar de que dos de los cuatro hijos estaban dispuestos a continuar con el negocio familiar, el contrato de alquiler no les ha permitido hacerlo.
No es el único negocio que cierra, la semana pasada vimos la despedida entre aplausos de Gabino y su mítico local de freiduría de gallinejas más famosa de Madrid. Lleva trabajando en ella 67 años, desde que tenía 12 años.
Cierra definitivamente el mítico bar de gallinejas de Madrid
Gabino contaba emocionado que “está muy agradecido a todos los clientes por lo bien que se han portado con él”. El establecimiento ha sido regentado siempre por la familia Domingo, desde que se instalara doña Alfonsa, la primera de la familia, en los años 50 del siglo pasado.
La crisis de al Covid-19 afectara principalmente a las empresas más pequeñas y a los trabajadores de sectores como el turismo y la hostelería.
Según los mismos datos, en su estadística sobre la coyuntura demográfica de empresas, que muestra que las empresas madrileñas de entre uno y cinco trabajadores pasaron de 120.832 en el 1 de enero a 95.236 a fecha de 1 de octubre del año pasado.
Esta caída, aunque también ha afectado a las grandes empresas, es menor en aquellas que cuentan con 250 empleados o más, que pasan de las 1.563 entidades a 1.553.
