Hoy toca cocido completo. Es el menú que preparan Santiago, Carlos o Esteban, chefs del Centro Penitenciario Madrid VI de Aranjuez. Ellos también son reclusos y buscan su reinserción entre pucheros.
En la cocina de la prisión trabajan 25 personas que se encargan diariamente de alimentar a las 1.100 personas del centro. Como en cualquier cocina de colectivos, las grandes ollas están a pleno rendimiento a mediodía.
El menú de la prisión cuesta algo más de tres euros, incluye desayuno, comida y cena, y existen variedades para alérgicos y menú halal.
Los internos cocineros cobran un sueldo por su trabajo, cotizan a la Seguridad Social y reciben un certificado que les será muy útil para su futura reinserción laboral. Cuando esto ocurra, nos dice uno de ellos, el primer cocido que cocine fuera será para su madre.