Otra de las rutas que desde Madrid nos lleva a Santiago de Compostela es conocida como el Camino de Levante. Este recorrido jacobeo nace en Valencia, cruza nuestra comunidad desde tierras toledanas por el municipio de San Martín de Valdeiglesias y conecta en Zamora con la Vía de Plata, el camino más importante para llegar hasta el apóstol.
Una vez en la comarca de la señorial villa de San Martín de Valdeiglesias, la Emita de la Sangre recibe a los peregrinos rememorando el valor de los sanmartinenses que no quisieron someterse al ejército de Don Diego Hurtado de Mendoza, que anhelaba sus derechos sobre la localidad.
La ermita es la de mayor tamaño de las conservadas en la localidad con claro sabor histórico artístico. Posee un ábside poligonal de tres lados y robustos contrafuertes. Se mantiene la decoración de bolas en la cornisa. En el interior existe un pequeño presbiterio con bóveda de cruce y un arco de medio punto que separa la cabecera del resto de la ermita.
Camino de Santiago de Madrid, etapa 1: Plaza de Santiago - Fuencarral
En el paisaje de este municipio peregrino se alcanza ver un imponente castillo construido por un poderoso noble de Castilla, maestre de la Orden de Santiago. "Lo mandó construir Don Álvaro de Luna en 1434 y es un icono de este pueblo tan bonito", nos cuenta un vecino. Tanto en el pórtico como en el escudo se ven las láminas de Santiago, las estrellas que aparecieron e iluminaban la señal del sepulcro de Santiago el Mayor.
La iglesia parroquial de esta población histórica y señorial está dedicada al santo que le da nombre. "Es una iglesia del siglo XVI, de estilo herreriano y tenemos dos patrones, nuestro San Martín de Tours y Nuestra Señora de la Nueva, que coge el nombre de nuestra playa de la Virgen de la Nueva, que es la playa de Madrid, la única con bandera azul".
Hacer el Camino de Santiago, un gran plan para este verano
Cuenta una leyenda que en estos parajes convertidos en zonas de baño apareció hace siglos, entre un gran resplandor, una talla de la Virgen María. Con el paso de los años, su patronazgo y advocación mariana Virgen de la Nueva sirvieron para bautizar esta playa con bandera azul en la que se refrescan numerosos peregrinos antes de continuar camino.
