'Cuando vengas a Madrid, chulona mía voy a hacerte emperatriz de Lavapiés; y alfombrarte con claveles la Gran Vía, y a bañarte con vinillo de Jerez'. Las calles de Madrid comienzan a llenarse este fin de semana de chulapas y chulapos.
La flor por excelencia durante las fiestas de San Isidro, una de las celebraciones más queridas por todos los madrileños, es el clavel que, al parecer, esconde un simbolismo en esta festividad, sobre todo en las mujeres.
Iván Delgado, de Viveverde de Aranjuez, nos descubre el significado oculto de los claveles. "Una chulapa con dos claveles rojos quiere decir que está casada. Sin embargo, si la vemos con dos claveles blancos está soltera", nos cuenta. Así, un clavel rojo y otro blanco quiere decir que tiene novio y, además, está prometida. Los dos claveles rojos y uno blanco está viuda.
Dentro del clavel existen más de trescientas variedades. "No solo se utiliza como decoración. En la cocina actual se utiliza como alimentación, para decorar los platos y para comértela", nos explica Iván Delgado.
El traje de los chulapos está compuesto por el Gabriel, que hace referencia al chaleco o la americana y tiene una fila de tres botones con dos bolsillos; el safo, un pañuelo de color blanco anudado en el cuello; la parpusa, la gorra de cuadros típica; la camisa blanca, llamada originalmente como babosa; los alares, es decir, los pantalones; los zapatos, llamados calcos; y los picantes, que es el nombre de los calcetines. Por supuesto, no puede faltar el clavel.
El traje de las chulapas es mucho más llamativo, pero consta de menos partes. El pañuelo blanco, que se debe llevar en la cabeza y adornado de claveles; el vestido chiné, que generalmente suele ser blanco mezclado con algún color; el mantón de manila y los zapatos.