Vicenta, de Logroño, tiene 89 años y, tras ser adoptada desde muy pequeñita y su paso por un orfanato, formó su propia familia. Cuando se quedó viuda decidió, con la ayuda de una de sus hijas, ponerse manos a la obra y buscar a su familia biológica.
El pasado 17 de diciembre, se reencontró con algunos de sus hermanos que aún viven, pero no tuvo la oportunidad de conocer a Dionisia, que tiene 87 años y es de Miraflores de la Sierra. Un equipo de Madrid Directo ha tenido la oportunidad de presenciar este emotivo reencuentro.
Pilar, hija de Vicenta, es quien ha dedicado dos años de arduo trabajo de investigación para dar finalmente con sus familiares biológicos.