Félix el Segoviano es uno de los restaurantes con más historia de Navacerrada. Se fundó hace más de 60 años y, desde entonces, este negocio ha involucrado a toda su familia. Su origen se remonta al año 1963 y, aunque él sigue al frente, ahora sus hijos colaboran en la tradición familiar.
Sin lugar a dudas, se trata de uno de los locales pioneros, convertido ahora en uno de los puntos más populares de la Sierra de Madrid. Cada rincón del restaurante recuerda que Félix, su propietario, no deja indiferente a nadie. Por él han pasado celebridades como Raffaella Carrà, Antonio Molina o El Fary.
Juanjo, su hijo, está a los mandos de la cocina. Algunos de los platos estrella del restaurante son sus asados, ofreciendo una amplia variedad: desde rabo de toro o judiones de La Granja hasta lechazo o tostón asado, sin olvidar el chuletón de buey o los cochifritos.
Sus platos son tradicionales y muy cuidados, intentando recoger la tradición segoviana. Sin embargo, la gran estrella de su cocina son los picatostes con chocolate. Este establecimiento se atribuye el mérito detrás de su creación, cuya receta sigue siendo un secreto familiar.
"Es un pan especial que elaboramos nosotros y toda la masa que lleva y la materia prima es el secreto que nosotros siempre tenemos guardado y no se lo decimos a nadie para que vengan a probarlos", nos cuenta Juanjo. Sin ir más lejos, han llegado a vender más de mil raciones diarias de este plato estrella.