En pleno invierno inician los trabajos para que este verano disminuyan los riesgos de un posible incendio en los campos madrileños. Los bomberos forestales se encargan de hasta 2.000 hectáreas en la Comunidad de Madrid, lo que equivale a 2.000 campos de fútbol.
Marta, jefa de servicios de incendios forestales, nos cuenta cómo lo hacen. "Este es el monte sin tratar: ramas que están muriendo, vegetación que crece en todos los lados, sobre todo en los bordes, ramas caídas. Imagínate una chispa aquí en medio. Tenemos que hacer un trabajo de prevención y eso es lo que venimos a ver hoy".
Estas labores sirven tanto como para proteger al personal que tuviese que participar en la extinción y esté más seguro en la medida de lo posible como para en caso de posible incendio no vaya a más.
Otra labor que emplean para la prevención de incendios en estos casos es la de quitar árboles secos, enfermos o dañados, ya que podrían propagar el incendio o las plagas a otros árboles. Esta técnica se conoce como 'corta de policía'.
"Esto significa que, aunque haya un fuego abajo, por las ramas no va a subir la llama". Toda la leña que se genera en la limpieza del monte queda a disposición de la gente para que pueda aprovecharlo y aquello que no se puede aprovechar se tritura y se esparce por el campo.
Gracias a esta labor se pueden prevenir incendios, pero Marta ha querido dejar un mensaje claro. "El 95% de los incendios tienen alguna causa humana, quiere decir que todos podemos actuar también en prevención".