Descubrimos Rambal, una casa de comidas que reivindica los guisos de toda la vida, en Lavapiés. Allí nos espera Pelayo Escandón, quien hace apenas unos meses se embarcó en esta aventura.
"Rambal nace del idilio entre Narciso Bermejo, que es un cocinero de Gijón al que conozco desde hace años, y yo, que soy periodista de formación y de carrera los último 6 o 7 años. Narciso estaba buscando un local para montar algo. El día que yo le llamé estaba delante de este local y teníamos claro que nos íbamos a asociar para montar este bar".
Según nos cuenta Pelayo, el nombre del bar se debe a Rambal, un personaje gay transformista de Gijón de los años 60. "Él vivió su sexualidad con mucha libertad. Murió asesinado en el año 76 cuando tenía 47 años. Fue apuñalado y quemado, asesinado de una manera muy cruel y trágica, y es un homenaje a un personaje que fue moderno, pionero y muy valiente".
Bryam es el encargado de que la sala, reservas y comandas estén en marcha y Narciso en cocina muestra el folklore de la gastronomía de este lugar, con César como compinche. "La idea no es convertir la tradición en algo caro, que es algo que pasa habitualmente, sino en acercarlo".
Solo disponen de un menú del día compuesto por ensalada, compuesta de lechuga, tomate, cebolla y atún de Barbate escabechado, y un plato de cuchara por 14 euros. Pote asturiano, patatas a la riojana, fabada y mucho más, pero también guisos veganos.