Tienen entre 14 y 23 años, son alumnos de la Escuela Taurina de Galapagar y todos aspiran a ser toreros. Bajo la atenta mirada de Sebastián y David, su motivación es su sueño, debutar en la Monumental de Las Ventas.
El entrenamiento es clave para la formación de un torero. "El nivel físico tiene que ser muy fuerte. Corremos mucho, es lo que más hacemos. A lo mejor se pueden tirar 18-19 kilómetros, series de explosividad, mucho estiramiento porque son muchas horas tirando de lumbares".
¿Cuáles son las tres capacidades que debe tener todo torero? "Lo más importante es el valor y luego sacrificio y esfuerzo. Son tres pilares fundamentales para ser torero", declaran sus instructores. Sin lugar a dudas, la preparación es imprescindible.
Entre capotes y muletas se forjan personalidades a base de valores, como el esfuerzo, la disciplina y el respeto a la tradición. Alejandro y Salvador son hermanos y se están formando en esta escuela para ser futuras figuras del toreo. "Es una profesión que tienes que vivir con ella".