Terminan los colegios, comienza a apretar cada vez más el calor y qué mejor plan para los pequeños que irse de campamento de verano a pasar el tiempo de la mejor forma posible y de la manera más original.
Comenzamos nuestra ruta en un lugar privilegiado. Alejandro es ambientólogo, lleva ocho años trabajando en el Real Jardín Botánico y es uno de los educadores de este campamento. "Sobre todo nos centramos en el mundo de las plantas y hablamos de la botánica, de los usos de las plantas, para qué nos sirven".
Con juegos de agua para refrescarse y distintos talleres para no dejar de aprender cosas nuevas sobre el mundo natural, el respeto hacia otras culturas o la antropología, entre otras. Emilio, por ejemplo, trae a su hija Alejandra a este campamento urbano un año más.
Nuestra siguiente parada nos lleva a Faunia, donde disfrutar de los animales y aprender sobre ello. Sergio, un pequeño de 10 años, le pidió a su padre volver por tercer año consecutivo. Álvaro es uno de los monitores y lleva mucho tiempo impartiendo clases aquí. "Fui descubriendo los animales, los niños y todo junto es muy buena combinación".
Con ello, pretenden poner la naturaleza al alcance de los más pequeños, y promover que, a través del juego, aprendan la importancia de proteger y conservar el medio ambiente. Gymkhanas, talleres, juegos, canciones y muchas otras actividades.
Nuestra última parada nos lleva al campamento Vistas Reales, situado en Soto del Real, donde los niños realizarán también multitud de actividades, talleres y juegos para hacer nuevos amigos y, como su propio nombre indica, conocer las impresionantes vistas de la zona.
Su objetivo principal es descubrir de primera mano el mundo de los caballos, los animales que viven en Nuevas Granjas, como patos, conejos, faisanes o guacamayos, el Reptiliario y un sinfín de insectos y anfibios.