Una nave de un polígono industrial en Torrejón de Ardoz fue desmantelada hace un año. Ahora, tres plantas están okupadas y, en su interior, los okupas viven en unas condiciones infrahumanas e insalubres.
Fuera de esta fábrica se trabaja con total normalidad y todo parece aparentemente normal, pero todos los trabajadores de su alrededor saben que "algo raro hay porque entra gente, salen". Un equipo de Madrid Directo descubre la otra cara del polígono.
La nave cuenta con tres plantas, en las cuales se acumula mucha basura y enseres, y los okupas que viven en su interior cuentan con luz, pero no saben de dónde procede. Ninguno de ellos reconoce que allí se trafique con drogas y haya menudeo, a pesar de lo que dicen los vecinos de la zona.
¿Qué tipo de okupación está creciendo en Madrid?
Los últimos datos con los que contamos son de los primeros nueve meses del año 2021 recogidos por el Ministerio de Interior. En ese tiempo se produjeron en nuestra región 1.282 okupaciones, casi 5 al día.
A la cabeza está Cataluña, que multiplica por cuatro las okupaciones de Madrid. En nuestra región subieron casi un 25% entre enero y septiembre de 20121, mientras que la media nacional fue un aumento del 18%.
En cuanto al tipo de okupación y las zonas que más proliferan. En primer lugar, 'la patada en la puerta'. Esta se sucede cuando dejamos nuestra vivienda por unos días, por ejemplo, en vacaciones y, al volver, hay gente dentro. Este tipo de okupación está disminuyendo.
Luego está la 'inquiokupación'. Alquilan una casa y dejan de pagar el alquiler, pero no la abandonan. Este fenómeno social se está disparando en nuestra región, sobre todo en los municipios de Móstoles, Parla y Alcorcón.
Por último, 'la okupación indirecta'. Los okupas acceden a una casa vacía o de un banco. Este tipo se da sobre todo en los municipios del sur como Móstoles, Parla, Fuenlabrada y Ciempozuelos y en Madrid Capital en los distritos de Puente de Vallecas, Villaverde, Carabanchel y Usera.
Plataforma de Afectados por la Okupación
Ricardo Bravo, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Okupación, nos cuenta que ha crecido la okupación en los últimos años y más aún desde la pandemia y siempre teniendo en cuenta que la inquiokupación no está reflejada. "La Delegación dice que ha bajado un 70%, pero claro, es imposible. Hay mucha disparidad de datos. No sabemos si hay un interés detrás de esos datos".
Ricardo dice que ahora mismo el mayor problema es la inquiokupación: "Ha aumentado exponencialmente la inquiokupación porque hay reales decreto que crean un escudo social a los vulnerables, pero se cuelan miles de falsos vulnerables. Más aún desde la pandemia. Antes ni siquiera se hablaba de okupas por estos impagos".
Al parecer, no están llegando ningún tipo de medidas por la administración pública y se están repitiendo contantemente las mismas situaciones, pero con distintas personas. "Llama mucho la atención que seguimos en la misma línea, mismos casos, cambia el lugar, cambia la persona, pero seguimos dando noticia de este tipo".
Ricardo no es solo el portavoz, también sufrió la okupación indirecta durante 8 años por una mafia procedente de la Cañada Real, siendo él el único inquilino propietario que estaba viviendo en el edificio. A todo esto, también ha sufrido graves problemas de convivencia con ellos: narcopisos, tiros e incluso navajazos.
"No tenía ningún margen de acción porque, por un lado, la propiedad no tomaba las medidas necesarias para erradicar esta okupación y, por otro lado, no había ninguna institución que me pudiera apoyar, y muchos okupas iban a servicios sociales a solicitar la vulnerabilidad".