Desde el pasado martes, los vecinos de Los Rosales se han visto considerablemente afectados por las obras de Nuevo Norte. Para agilizar el tráfico, el Ayuntamiento ha decidido desviarlo por sus calles, pero se produce el efecto contrario, ocasionando importantes parones y que vehículos, como autobuses o tráileres, no puedan acceder por la estrechez de las vías.
Los vecinos de la colonia declaran que no es una zona de paso, que las carreteras son estrechas y que la rotonda por donde acceden no está habilitada para el paso de es este tipo de vehículos.
De hecho, en alguna que otra ocasión autobuses o tráileres se han quedado encasillados en la rotonda sin poder moverse y a la espera de que un viandante le pueda indicar para continuar su camino sin dañar a ninguno de los coches estacionados. Por ende, los vehículos que circulan se ven obligados a ir en sentido contrario para poder avanzar al tráfico.
Los residentes del Centro Ocupacional Santa Teresa también se han visto muy afectados por esta situación. "Nosotros intentamos dar autonomía a nuestra gente, es decir, todos los días sale a reciclar, a pasear, a hacer sus actividades del centro. Ahora, el ocio y tiempo libre se ha cortado de repente y es terrible porque no podemos dejarles salir solos".
A su vez, Cristina, otra de las vecinas afectadas, nos cuenta que le ha cambiado la vida completamente. "Nos han modificado el sentido de la calle de un día para otro y una noche nos encontramos que el sentido era diferente". Además, los vehículos pasan a gran velocidad y varios coches de los estacionados han sufrido roturas.