En el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas entran todo tipo de mercancías. En la aduana, los agentes han interceptado alguna que otra vez animales exóticos protegidos que terminan en el almacén de abandonos. Un equipo de Madrid Directo asiste a un control rutinario en el circuito rojo, en objetos a declarar.
Salvador, jefe de servicio de aduanas, nos cuenta que el control que llevan a cabo sobre los pasajeros unas veces es rutinario y otras veces está basado en análisis de riesgo. "En vuelos procedentes de la zona de Centro América suelen venir corales o caracolas que están protegidas".
Una de las últimas incautaciones que han tenido han sido la de pangolines. Este almacén de abandonos, donde guardan todas estas especies, también lo denominan como "almacén de los horrores". Este tipo de contrabando es delito si el valor supera los 50.000 euros.
El tráfico ilegal de animales mueve hasta 20.000 millones de euros al año. Se trata del tercer negocio ilegal más lucrativo, detrás del narcotráfico y el mercado de falsificaciones, y España es un enclave estratégico en las rutas de ese comercio ilegal.