Un conflicto más entre la necesidad de ocio de los jóvenes y el sueño de los vecinos que se ve alterado por el ruido constante y la ocupación de la calle. Denuncian sufrir incluso aglomeraciones que nos les permiten ni salir de su propio portal.
Gritos, mucha fiesta y hasta gente orinando en sus calles. Los vecinos de Malasaña afirman padecer esta situación a diario hasta altas horas de la noche por culpa de una conocida discoteca y por el desfase cuando cierra el local.
Un equipo de Madrid Directo conoce, entre tantos, el caso de Juan Carlos, que vive en el mismo edificio que la discoteca y se ve obligado a tener que estar durante toda la noche con las ventanas cerradas para poder tratar de aislar el ruido de alguna forma y descansar.
"Ruido, borrachos, yo diría que bastante alegres y animados. Hay veces que hay peleas callejera o gritos, suficientes desniveles como para despertar a personas del vecindario", asegura Juan Carlos, que se debate cada noche entre sufrir calor o sufrir ruido.
Otra de las vecinas afectadas nos cuenta que esta discoteca abre todos los lunes, miércoles, jueves, viernes, sábados y algunos domingos. "Desde que nos mudamos aquí, hace dos años y medio más o menos, vemos desde borrachos por ahí tirados, vómitos, gente meando, hasta gente consumiendo drogas".
El problema principal se origina cuando los clientes de esta discoteca salen fuera del local. Ellos mismos afirman que la sala no tiene nada que ver. "A mí me parece que estas casas deberían de pagar menos por vivir aquí", nos cuenta uno de los jóvenes.
Desde la dirección de la sala nos dicen que son conocedores de la situación y que están planteando desde ya soluciones de cara a septiembre.