Rocío y Orlando, un matrimonio, llevan 35 años viviendo felizmente en un piso de la EMVS en Malasaña hasta que hace tres meses aparecieron unas goteras que han convertido de su hogar en un auténtico infierno.
Roturas, humedades, goteras, muebles podridos y frío. "El techo está goteando y no está recto, está como abombado. Tanto es así que tenemos que estar usando cascos por temor a que se nos venga encima".
"Esto es vulgar, lo que estamos viviendo, esta situación". Por esta problemática, tampoco pueden tener nada enchufado a la luz. Sin ir más lejos, las lámparas del techo se les han quemado hasta en cinco ocasiones y Orlando ha sufrido algún que otro calambrazo.
Esta forma de vivir durante estos meses ha provocado que el matrimonio haya sufrido enfermedades respiratorias. Rocío ha tenido neumonía y Orlando tiene que usar un inhalador para poder respirar de por vida.
"No puedo hacer uso de los radiadores para calentar la casa porque las puertas y las ventanas están podridas". Como alternativa para entrar en calor, tienen que estar con los abrigos en el interior de su propia casa.
Ya no pueden más y piden ayuda desesperadamente. "Me parece a mí una falta de respeto para nosotros que somos personas mayores. Esto es duro, la verdad que esto es duro, pero hay que seguir viviendo".
No saben si el motivo de las goteras y las humedades vienen de la rotura de una tubería o de los vecinos que viven en el piso de arriba, por lo que además de poner solución al estado de la vivienda, piden que se personen para realizar una inspección.
Los inquilinos ya han denunciado a la propiedad, que es la Empresa Municipal de la Vivienda. Asimismo, un equipo de Madrid Directo se ha puesto en contacto con ellos y aseguran que ya lo están tramitando.