Hace dos años, Paco alquilaba su vivienda de Pozuelo de Alarcón, pero a los cuatro meses comenzaba su pesadilla. Sus inquilinos dejaron de pagarle y, hace apenas dos semanas, la Policía desmantelaba en su interior una plantación de marihuana.
"Cuando alquilamos la casa nos dejan de pagar. Al año y medio nos llaman, que ya podemos recuperar la vivienda y nuestra sorpresa es que, al abrirla con la comitiva judicial, nos encontramos todos los muebles fuera, mojándose, todo tirado. Un disgusto muy grande".
Pero eso no lo es todo, además se encuentra en su interior con una plantación de marihuana. "Hay una intervención policial, pero nadie nos informa que ha habido una redada en mi domicilio, de que han evacuado a una gente, de nada".
Y no les basta con eso a los okupas, sino que también les destroza la casa y se llevan absolutamente todo, hasta los radiadores. Armarios, ventanas y camas rotos, tabiques tirados abajo, tuberías cortadas.
"El jueves pasó mi madre por aquí y había luz en la vivienda. Hay comida en la nevera todavía, o sea que han estado viviendo aquí tranquilamente". Según nos cuenta Paco, está psicológicamente destrozado.
Ahora le toca esperar a ver qué le dice la Policía y el seguro. "A ver los seguros qué cubren, qué no cubren, que como siempre no suelen cubrir casi nada, y a ver que desembolso me toca a mí hacer para dejar la casa habitable otra vez".
De momento ha recuperado la casa y está tomando medidas. "Hemos puesto un sistema de alarmas para que no me vuelvan a okupas la vivienda otra vez". Asimismo, también ha instalado sensores y cámaras de seguridad.