No hay semáforos, no hay alumbrado, solo hay dos autobuses que pasan cada mucho y tampoco tienen colegios. Estas son algunas de las denuncias de los vecinos de El Cañaveral, un barrio nuevo al suroeste de Madrid, donde la realidad no se parece en nada a la moderna urbanización de anchas avenidas que se diseñaron.
El principal problema que tienen, el tráfico. "Nadie se para. Además, es un tráfico continuo. Tienes que hacerles incluso señas para que paren porque aquí hay muy mala visibilidad y hay un cambio de rasante encima", nos cuentan dos vecinas afectadas.
"Por la noche no hay farolas, entonces tampoco te ven, no está iluminado. Te juegas la vida continuamente aquí. Además, van a una velocidad superior a la indicada". Definen cruzar la vía por el paso de cebra como un auténtico deporte de riesgo.
"Cruzamos el paso de peatones con muchísimo miedo. Hay que pasar mirando y por detrás. Aquí te atropellan en cualquier momento. Pasan a toda pastilla, no frenan, no respetan, nada de nada. Este cruce en concreto es muy peligroso y aquí ya ha habido más de un muerto", declara otra vecina del barrio.
Para los peatones es un problema, pero también para los conductores, como Luis. "Hay unos bloques de hormigón enormes, que yo necesito poder girar y no puedo hacerlo, y eso me hace perder muchísimo tiempo. Además, como faltan rotondas, obligan a hacerse toda la avenida para dar la vuelta".
"Aquí, en este caso en concreto, no hay ni un solo semáforo desde luego, brillan por su ausencia. Nosotros conduciendo vemos muchísimas veces situaciones de peligro porque los peatones primero van con ropa oscura, segundo no hay luz, tercero no hay semáforos y realmente hay que ir con mucha atención".
Asimismo, en cuanto los servicios básicos, denuncian la falta de colegios e institutos públicos, un Centro de Salud, autobuses y plazas de movilidad reducida. Recalcan que tan solo tienen dos líneas de autobuses con frecuencias muy altas. Pero, ante todo, los vecinos piden vivir con seguridad.