Son muy modernas pero están dando mucha guerra. Son las tarjetas de transporte público, las conocidas como ‘multi’, que han desatado ya muchas quejas entre los usuarios.
Lo cierto es que no se puede devolver, no valen para cercanías y en trayectos combinados debe usarse más de una vez, con el sobrecosto que conlleva.
Por ejemplo, si se quiere utilizar el transporte un solo día, utilizando un billete combinado, el coste para el pasajero puntual que quiera utilizar el metro, le costaría moverse por la ciudad 5,5 euros (al precio del billete habría que sumarle los 2,5 euros que cuesta la tarjeta).
Además, los usuarios se quejan de que la tarjeta se bloquea con mucha frecuencia y a veces te cobra más de un viaje sin que te des cuenta.
También reclaman que se pueda utilizar en los servicios de cercanías de Renfe y no sólo en el metro y autobús.
Son algunas de las quejas que los usuarios de la recién implantada tarjeta ‘multi’ de transportes hacen desde que desaparecieron los billetes de papel.
Por su parte, desde la consejería de Transportes afirman que se sigue desarrollando la tecnología y trabajan para solventar todos estos problemas.