La imagen del Santísimo Cristo de los Alabarderos ha sido trasladada en la tarde del 26 de marzo, Martes Santo, al Palacio Real 'a toda marcha' debido al temporal de lluvia para su salida estacional el Viernes Santo, 29 de marzo.
El traslado iba a tener lugar a las siete de la tarde, pero el temporal ha hecho que su salida se retrase. Finalmente y a pesar de la lluvia, la partida de la imagen del Cristo ha tenido lugar alrededor de las 20:00 horas y, en cuestión de ocho minutos, llegaba al Palacio Real.
Debido a las condiciones meteorológicas, este año su entrada iba a ser por la Puerta de Santiago por su cercanía, pero al encontrarse cerrada ha sido por la del Príncipe, como se ha hecho siempre. "Hemos arriesgado, pero la Junta del Gobierno hemos decidido traerlo", declaraba Antonio Calahorro, capataz de la Real Congregación.
Cabe destacar que esta mañana Felipe Torres Villarejo, su escultor imaginero, había aplicado a la imagen unos aceites especiales para protegerla de la lluvia e impermeabilizarla. Asimismo, lo primero que han hecho los miembros de la Real Congregación a su llegada al Palacio Real ha sido secarla con paños.
El Santísimo Cristo de la Fe, conocido popularmente como Cristo de los Alabarderos, es una imagen realizada en madera de cedro brasileño en 2007, bendecida en 2008 y está inspirada en las primeras tallas que tuvo la congregación.
Sigue el modelo barroco de escuela andaluza y representa a Cristo aún con vida, con los ojos abiertos y la cabeza ladeada. Dispone de paño de pureza tallado, aunque oculto tras su tradicional faldilla de terciopelo.
La primera noticia documental de la congregación data de 1632, cuando el 4 de julio se acordó rendir culto a un crucificado que se hallaba en la iglesia de San Sebastián, al que adjudicaron la advocación del Santísimo Cristo de la Fe.
En 1753, la congregación invitó a los oficiales de la Guardia Real para portar y alumbrar al Cristo, hecho por el cual recibió popularmente el nombre de Cristo de los Alabarderos, ya que era el cuerpo de alabarderos el encargado de la procesión.