Las vacaciones de verano son una oportunidad única para emplear tiempo de ocio en familia con escapadas al medio rural, a la playa o visitas a museos y teatros. Sin embargo, con la llega de las vacaciones también aparece otro problema: la conciliación familiar.
Los campamentos pueden convertirse en el mejor aliado de los padres y madres que no puedan ajustar su horario laboral a las vacaciones de los más pequeños.
Son una excelente opción para que los más pequeños puedan seguir disfrutando de este periodo de vacaciones, y ofrecen una valiosa solución a los problemas de conciliación que ya existían y se han visto acrecentados por la pandemia.
Pero, además, los campamentos aportan también una serie de ventajas adicionales para toda la familia sin incurrir en estresantes reajustes de horarios.
Madrid Directo han recorrido diferentes campamentos de la Comunidad. Uno de ellos está en El Boalo donde los niños de 3 a 16 años pueden disfrutar de una verdadera escuela de equitación.
Los pequeños aprenden a cuidar a los caballos, peinarlos y ducharlos. También imparten clases terapéuticas para niños con diversidad funcional.
El trato con caballos tiene beneficios para la salud
Además de la diversión, los caballos proporcionan beneficios para la salud. Cualquiera que haya tratado con estos animales, al igual que pasa con los perros, sabe que pueden interpretar el estado de ánimo de las personas, de la misma manera que nosotros podemos interpretar las emociones de los caballos.
Algunos estudios apuntan que, mediante la posición de los ojos y las cejas, los équidos expresan hasta 17 emociones diferentes. Además, el contacto con los animales tiene muchos beneficios emocionales y cognoscitivos, pudiéndose tratar casi cualquier discapacidad del sistema nervioso.