El pasado día 7 falleció el padre de Borja y fue trasladado al tanatorio de Pinto de madrugada. Cuando, al día siguiente, la familia quiso marcharse a su casa no pudieron debido a toda la nieve acumulada.
El día 9 iban a incinerar al fallecido, pero hasta el día 10 no acudió nadie al tanatorio a informarles de qué pasaría. Ese mismo día pudieron marcharse a su casa gracias a que un familiar dispone de un 4x4 y pudo ir a buscarles.
Además, las salas de la funeraria no superaban los 16ºC. En total, estuvieron alrededor de unas 60 horas allí encerrados sin poder salir. A día de hoy ya les han informado de que finalmente incinerarán a su familiar este sábado.