Convocados a través de las redes sociales, grupos de jóvenes se dedicaron a alterar el orden público la noche de Halloween en pleno centro de Madrid. Primero se congregaron en Sol para protestar por el toque de queda y al final varios manifestantes, de manera totalmente esporádica, tomaron las calles de la capital.
Un centenar de radicales provocaron destrozos en la Gran Vía, se organizaron barricadas y quema de contenedores en la Plaza España, el SAMUR terminó atendiendo a 12 heridos, entre ellos 3 policías, y trasladaron al hospital a un ciudadano con una herida en la cabeza.
Todavía a la una de la mañana continuaban las cargas y la policía llegó a tomar toda la Gran Vía. Asimismo, a medida que avanzaban los manifestantes montaban grandes barricadas a su paso.
La noche terminó con destrozos del mobiliario urbano, quema de contenedores, lanzamientos de objetos, heridos y detenciones. La policía detuvo a lo largo de toda la noche a 33 personas, dos de ellas menores. Es más, nosotros mismos comprobamos de primera mano cómo se llevan detenidos a seis jóvenes por lanzar objetos a la Policía Nacional.