Los drones han invadido nuestras vidas. ¿pero qué pasaría si uno de ellos vuela sobre nuestras cabezas con malas intenciones? Pues es en ese momento cuando entra en acción el fusil inhibidor de la Guardia Civil.
La Guardia Civil extiende su proyecto PEGASO (Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional) a toda España con 54 equipos y 171 efectivos para mejorar la seguridad aérea. Se trata de equipos de inhibidores en forma de fusil (antenas) con los que anulan la señal de cualquier aparato que funcione con frecuencia.
Controlan drones sospechosos, aeródromos, campos de vuelo, helipuertos hasta pistas clandestinas para aterrizaje y despegue de aeronaves. Para identificarlos, el inhibidor cuenta con un detector de drones que les muestra el tiempo real de su ubicación, la del piloto, el recorrido que está haciendo y los datos de altitud y velocidad.
De esta forma, pueden proteger el espacio aéreo de la ciudad. El fusil inhibidor lo pueden manejar un solo agente y con él, fuerzan a que el dron realice un aterrizaje controlado para su captura, le obliga a regresar al punto de despegue, lo que facilita el rastreo del telemando y operador, lo dejan en vuelo estático y bloquean la transmisión imágenes al telemando.
Desde el año 2016, el equipo PEGASO actúa en Madrid y tiempo después por toda España. Estos 54 equipos están distribuidos por todas las provincias del territorio nacional y se componen de entre 3 y 5 componentes que, en estos momentos, se están formando.
Para el aprendizaje del control de drones se forman sobre procedimiento aeronáuticos, comunicaciones y la tecnología de los inhibidores. Asimismo, han recibido a la Guardia Nacional Republicana de Portugal para aprender estas labores, ya que hemos sido pioneros en este ámbito, creando a la policía del aire.
Solo en 2019, el equipo PEGASO de Madrid ha culminado 51 investigaciones de incidentes relativos a helipuertos, aeródromos, clubes de aeromodelismo, RPAS, ultraligeros y paramotores. Además, ha localizado infraestructuras susceptibles de ser utilizadas para el aterrizaje y despegue de aeronaves sin autorización, que se monitorizan constantemente para que no sean utilizadas.