Nos adentramos en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde los médicos analizan 2.600 cadáveres al día.
El proceso, desde que llega un órgano hasta determinar la causa de la muerte dura varios días. El órgano en cuestión pasa por distintos alcoholes y gracias a eso el tejido nunca se deteriora. En muchos casos, se tiñe el órgano para diferenciar visualmente las distintas partes.
Visitamos todas las salas del centro, menos la de las autopsias, por razones de seguridad.
Eduardo Andreu, director del Anatómico forense, nos cuenta que la muerte violenta es la más frecuente. En segundo lugar, estaría la muerte accidental, seguida del suicidio y, por último, el homicidio.
En Toxicología estudian el caso de un hombre que fallecía después de haber sido atendido por el Samur. Tras realizarle un primer análisis, detectan que había consumido metadona, cocaína y tramadol (analgésico). La droga que más detectan en el citado departamento de Toxicología es la cocaína.
Por otra parte, nos adentramos en la sala de Antropología, donde Concha y Enrique nos explican en qué consiste su trabajo.