Hemos estado en el local de ensayo del peor coro del mundo. No es que lo digamos nosotros. Así es como se denomina este grupo de hombres y mujeres que comparten su afición a cantar, a pesar de no tener talento para ello. En este caso, el único requisito para entrar es no cantar bien. "Todos tenemos derecho a cantar aunque lo hagamos mal... Aquí vienen los que cantan fatal, son desobedientes y perezosos", nos cuenta la directora de estas clases colectivas cuyo objetivo, simplemente, es disfrutar.