En nuestra cita semanal con el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, hoy nos ocupamos de la Cultura Preventiva. Como saben, el objetivo de este espacio es educar en prevención de riesgos laborales, generar cultura preventiva y lograr que se instaure en la estrategia de las organizaciones.
Nuestra experta del día Silvia Oceransky, que es especialista en Transformación Cultural y técnico de Prevención con más de 20 años de experiencia, nos ha explicado que cultura preventiva es el conjunto de actitudes y creencias que determinan el comportamiento. Es decir, ha puesto el ejemplo: “ si por cultura tu tienes costumbre de ir a trabajar en chandal, vas en chandal y no en pijama” y por tanto, si lo llevamos a la cultura preventiva, se traduce en ¿cómo debe ser mi comportamiento en cuanto a seguridad?.
Todas las empresas tienen una cultura preventiva. otra cosa es si es la adecuada o no. Y normalmente esa la descubrimos según nuestra experta, cuando vas al turno donde no hay jefes, al turno de noche y ves lo que hace la gente de forma espontánea.
Eso sí, para tener un comportamiento seguro, ha dejado claro que lo primero que hay que tener claro son los riesgos en el trabajo. Y también tener claro que el comportamiento que se espera del trabajador tiene que ser coherente con los riesgos de los que está avisado. Si hay riesgo de caída en altura y llevo 25 años trabajando sin protección y mi jefe no me dice nada … por mucho que racionalmente se sepa que ese riesgo existe, si no me marcan claramente las líneas rojas, no se hace demasiado caso. Por tanto, es imprescindible que todo mi entorno me avise y de esa forma, termine teniendo un comportamiento automático adecuado, porque el comportamiento intuitivo, no reflexivo está detrás de muchos accidentes.
Visto esto es vital que la dirección envié los mensajes adecuados para ir adaptando los comportamiento y además tener un comportamiento coherente. Y esa dirección debe ir aprendiendo de sus propios errores por los pequeños sustos que surgen en el día a día. Y por tanto, se necesita una dirección muy clara, un aprendizaje muy intenso y una cultura que permita señalar con facilidad dónde ha habido problemas, sin que eso suponga un problema con la dirección.
Para medir el estado de seguridad de cada empresa existen diferentes metodologías que lo que miden es la percepción, puesto que la seguridad es un tema de percepción. ¿Cuánto percibo yo de compromiso de mi dirección, de mi compromiso, etc.? Y así se miden diferentes item. Pero a veces, simplemente, con observar determinados puntos, observar pequeños grupos de trabajo, hacer pequeñas encuestas, … puedes tener muy claro hasta que punto es válida la cultura preventiva de una empresa.
Una vez diagnosticada la empresa, existen herramientas que recogen una ruta de mejora basada en la neurobiología. Comienza con el compromiso de la dirección para ir tocando día a día determinados aspectos, que a lo largo del tiempo se irán instaurando e irán funcionando.
Por supuesto, el cuidado de los riesgos psicosociales y de la salud mental es fundamental, y debería ser el objetivo número uno, junto a la mejora del liderazgo preventivo.
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