Cada semana un reportero del programa viaja a otras ciudades del mundo para ver cómo viven los madrileños fuera de nuestro país. ¿Te animas a venir con nosotros a conocer madrileños por el mundo?
Viajamos a 10.175 kilómetros de Madrid para descubrir la capital del 'país de las sonrisas', ¡Bangkok!
Empezamos nuestro viaje en Ayutthaya, la que fue la capital de Tailandia durante más de 400 años, desde 1350 hasta 1767, momento en que fue arrasada por los birmanos.
Ahora, este complejo arqueológico en ruinas se puede visitar para conocer cómo eran sus palacios, templos budistas, monasterios y estatuas.
Y para estar a juego con esta cultura, nos probamos la vestimenta tradicional tailandesa que se conoce como 'chut thai'. Cuesta el traje completo unos 100 euros y puede ser usada tanto por mujeres como por hombres o niños.
Aunque si hay algo típico en Bangkok es su impresionante skyline que se puede apreciar desde una de sus cientos de azoteas repartidas por la ciudad y desde donde las vistas son inigualables.
Nos dirigimos ahora al Wat Samphran o 'Templo del Dragón' que alberga una oscura historia y que tiene un llamativa torre roja de 17 pisos en la que hay una figura de un dragón enroscado que no deja indiferente a nadie.
Y no podíamos visitar la ciudad sin conocer la estatua de oro macizo más importante del mundo. Se trata del Buda de oro, y se encuentra en el templo Wat Traimit.
Una curiosidad es que, durante la invasión birmana, cubrieron al Buda con estuco para que pasara desapercibido y evitar que lo robaran.
Con la caída de la noche nos acercamos a Khao San Road, una zona muy turística llena de pubs, puestos de comida y tiendas de souvenirs. Aquí se puede probar algo muy típico como el cocodrilo asado o hasta tarántulas y escorpiones.
Seguimos disfrutando de la ciudad con más cosas sorprendentes como el mercado de Mae Klong, establecido en plena vía del tren, o más bien, la vía del tren que atraviesa el mercado porque los puestos estaban antes que el servicio de ferrocarril.
El mercado de Klong Toei también es muy conocido en Bangkok, aunque sus clientes suelen ser autóctonos de la ciudad debido a las especialidades que se venden aquí como diferentes tipos de insectos y otros productos exóticos.