Si hay algo que abunda en la República Checa son los castillos, donde hay más de 2.000, y hemos visitado el más impresionante de la Bohemia Checa, el considerado pueblo más bonito de la región.
Se trata del Castillo de Hluboká que se empezó a construir en el siglo XIII y que nos recuerda mucho a nuestro Palacio de Cibeles de Madrid, aunque es conocido como en 'Windsor checo' ya que una de las mujeres que vivió aquí, lo reformó por dentro al quedar encantada cuando visitó el Castillo de Windsor y quería que el suyo luciese igual.
Hluboká, que es uno de los puntos más turísticos de la Bohemia Checa, perteneció también durante 40 años a la nobleza española.
En el año 1945 los nazis ocupaban este castillo y al finalizar la Segunda Guerra Mundial, fueron expulsados y la propiedad pasó a ser del Estado.
Una de las últimas reformas que se ha hecho en los terrenos del castillo es un gran invernadero que nos evoca al Palacio de Cristal de El Retiro.