Bogotá es la capital de Colombia y gracias a los madrileños que han decidido irse allí a vivir, hemos conocido esta ciudad cuya historia está muy ligada a la nuestra a al haber sido una colonia española hasta su independencia cuyo proceso se desató el 20 de julio de 1810.
Todo comenzó por altercado entre criollos y funcionarios de la Corona española por el préstamo de un florero que se tradujo en una revuelta popular que inició proceso independentista de Colombia que concluyó el 7 de agosto de 1819.
Los restos de este florero son conservados y exhibidos en el Museo de la Independencia o 'Casa Florero' que se ubica en la esquina noreste de la Plaza Bolívar, en pleno centros histórico de la ciudad.
En este viaje hemos visitado la Plaza Bolívar que contiene los edificios más emblemáticos e importantes del país como como el Capitolio nacional, la Catedral de Bogotá, o el Congreso.
En su centro, la estatua de Simón Bolívar que siempre está cubierta para evitar actos vandálicos. Bolívar fue el libertador de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia.
Otra de las paradas obligatorias en Bogotá es el Santuario de Monserrate desde donde se aprecian las mejores vistas de la ciudad debido a su situación en altura.
Pacho también ha sido uno de nuestras paradas, un pueblo que vive principalmente de la agricultura del café y la naranja, por eso no es de extrañar que aquí haya un gran monumento a esta fruta.
Pero lo más destacado de Pacho es la historia que dejó en este municipio a 88 kilómetros de Bogotá un narcotraficante llamado Gonzalo Rodríguez, que nació aquí y comenzó a hacer fortuna con las esmeraldas antes de pasar a comerciar con sustancias como la cocaína.
Gonzalo construyó aquí 'La Capilla Divino Niño', una iglesia que continúa en pie hoy en día, aunque cerrada al público por la pandemia por coronavirus.