En Madrileños por el mundo hemos visitado Praga, capital de la República Checa y una de las ciudades más representativas de Europa Central.
Con una población de poco más de un millón de habitantes, la ciudad recibe cada año a alrededor de 10 millones de turistas, atraídos por la belleza de su casco histórico y la peculiar idiosincrasia de su vida urbana. Sus edificios históricos y el río Moldava son dos de las señas de identidad de Praga que la hacen reconocible a nivel global.
La ciudad fue fundada en el siglo IX y, por su ubicación geográfica estratégica, se convirtió en una de las ciudades europeas más importantes de la Edad Media, y una de las más codiciadas por los poderes políticos. De esta historia centenaria perviven la Catedral San Vito, monumento gótico del siglo XIV, el Castillo de Praga, conjunto arquitectónico considerado como la mayor fortaleza medieval del mundo, o la Torre de la Pólvora, de finales del siglo XV.
Entre 1850 y 1900, Praga fue el centro de una intensa actividad cultural, testimonio de lo cual son los extraordinarios edificios y palacios, como el Museo Nacional y el Senado. La tradición literaria de la ciudad incluye a escritores de la talla de Franz Kafka, Rainer Maria Rilke y Milan Kundera.
Actualmente, Praga es el centro económico de la República Checa y una de las veinte ciudades más visitadas del mundo. Su PIB per cápita duplica al del país en su conjunto, y esta muy por encima de la media de la Unión Europea.