Las reservas naturales de Córcega, la montaña en el mar Mediterráneo
Estos espacios semiprotegidos ocupan casi el 50% de la isla. La región francesa se caracteriza por sus contrastes geográficos
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PAOLO CHINCHAYHUARA
Conocida por los griegos como “La sublime” y por los franceses como “La isla de la belleza”, Córcega supera con creces las expectativas de los títulos que se le han otorgado. Se trata de una isla francesa llena de contrastes geográficos, con paisajes montañosos y costeros separados por 20 minutos de distancia en coche.
Ubicada en el mar Mediterráneo, se encuentra más cerca de Italia que de Francia. El novelista francés Honoré de Balzac, quien inspiró parte de sus obras en la isla, describía Córcega como la isla francesa que se calienta al sol de Italia, por su pasado genovés y su presente francés.
Córcega, una montaña en el mar Mediterráneo
Es la cuarta isla más grande del Mediterráneo y la más montañosa. De sus más de 20 cumbres muchas superan los 2.000 metros: Monte Rotondu, Monte d’Oru, Monte Renosu, Monte Incudine y el Monte Cintu, el cual alcanza el máximo con 2.706 metros de altura y se encuentra en el centro de la ínsula. Tanta altura provoca que, incluso en los meses de verano, se pueda apreciar nieve en los picos de las montañas.
Se la conoce como una de las últimas reservas naturales europeas, donde casi en su totalidad (83%) está cubierta por espacios naturales. Sus paisajes se han preservado muy bien gracias a que el 40% de la isla es un espacio semiprotegido al ser reservas naturales. Como consecuencia, muchos de estos espacios han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Reservas naturales en Córcega
Son seis: Bouches de Bonifacio, Islas Cerbicales, Tre Padule de Suartone, estanque de Biguglia y, la más antigua, la Reserva natural de Scandola (1976) que es gestionada el Parque Natural Regional de Córcega.
La península de Scandola es una maravilla natural y se encuentra en la costa oeste. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983, es la primera reserva terrestre y marítima de Francia. Su particularidad son las rocas de origen volcánico conocidas como “tafoni” que surgen del mar con formas extraordinarias y muy variadas gracias a la erosión del viento y del agua. Con el fin de conservar la diversidad y el equilibrio de este medio natural se ha restringido el submarinismo, la pesca, acampar, practicar senderismo, entre otras actividades.
El Parque Natural Regional también se encarga de gestionar varias rutas de senderismo, una actividad muy popular entre los corsos. Algunas de las más conocidas están ubicadas en el valle de la Restonica, ubicado y gestionado por el Parque. Es el punto de partida para muchas rutas. Su nombre se lo debe al río de 14 kilómetros que atraviesa el valle, originado en los espectaculares lagos Melo y Capitellu. Una de las rutas más conocidas, difíciles y de largo recorrido es la ruta GR20.
Cerca del valle se encuentra Corte, un pueblo situado a 450 metros de altitud cuya espectacular ciudadela fue construída en el siglo XV. Conocida también como la ciudad Paulina, fue durante 14 años la capital de la Córcega independiente. Fue el militar y político corso Pasquale Paoli quien estableció la independencia hasta 1769, cuando los corsos perdieron el territorio en la batalla de Ponte-Novo contra Francia. Como curiosidad, Corte es el único lugar de la región con una Universidad, además de que fue la primera instaurada en Francia.