Nos acompañan desde hace miles de años, y podrían contar millones de historias interesantes. De piedra, madera, hierro o nuevos materiales... Muchas son auténticas obras de arte. Hablamos de las escaleras. Repasamos algunas de sus interesantes historias.
Visitamos la espectacular escalera de mármol del Cuartel General de la Armada, en la calle Montalbán. Una escalera imperial en donde se celebran recepciones, homilías y hasta un concierto en Navidad.
Pero no todas las escaleras son tan majestuosas y sin embargo, son muy útiles. Como las que utilizan para entrenar todas las semanas los bomberos de Madrid. Todos los parques de bomberos tienen un bloque de edificios con escaleras. Dicen que es el ejercicio más duro. Suben más de 100 plantas con más de 20 kilos de peso encima.
Las que serán un seguro para ellos en caso de incendio son las escaleras de emergencia de los nuevos rascacielos residenciales de Madrid, que han copiado las medidas de seguridad de las que tienen en Nueva York desde hace años. Una doble escalera con un sistema especial de extracción de humo.
Aunque esas aún no tienen historias que contar, no como las escaleras que encontramos por la ciudad, alguna de ellas realmente espectaculares. Desde la escalera de la Cuesta de los ciegos hasta la escalinata por donde escapaba el bandolero Luis Candelas... Madrid está repleta de escaleras con cientos de anécdotas.
Y para anécdota, la de la escalera del metro de La Latina. Tiene el honor de ser la más larga, con sus 40 metros de longitud, aunque el récord de profundidad se la lleva la estación de Cuatro Caminos.
Y terminamos con una escalera artística y monumental, rodeada de obras de arte y con un misterioso corazón en uno de sus peldaños. Subimos y contemplamos la escalera del Museo Cerralbo de Madrid.