Alfredo cuida de sus vacas en Cercedilla mientras nos habla de la preocupación que tiene en jaque a la mayoría de sus compañeros de oficio.
El lobo ibérico se aventura cada vez más en las zonas de pasto y causa estragos entre el ganado.
Sólo el año pasado, se denunciaron 400 ataques de lobo en la zona. La controversia está servida, porque esta especie está protegida y lo poco que pueden para defender a sus reses es controlarlas con carísimos GPS, ya que guardarlas en un redil sería peligroso porque podrían herirse accidentalmente entre ellas con sus puntiagudos cuernos.