La plaza de toros de Las Ventas: mucha historia en menos de un siglo
E.E
No tiene ni un siglo de vida, pero ya forma parte de la ciudad como si llevara ahí toda la vida. La plaza de toros de Las Ventas en realidad se inauguró en 1929, en un momento en el que el barrio de la Guindalera se conocía como 'el Madrid Moderno' y estaba en plena expansión (aunque un tanto menospreciado por muchos grandes críticos).
La Plaza de toros se llama así porque era el nombre del lugar donde se construyó: Las Ventas del Espíritu Santo. Un lugar en donde descansaba el ganado que venía a Madrid cuando existían y se utilizaban las cañadas reales.
La Plaza de toros más grande
Con sus 45.800 metros cuadrados, Las Ventas (Calle Alcalá, 237), es el coso taurino más grande de toda España. Tiene capacidad para casi 23.800 personas. Sin embargo, hay una plaza cuyo diámetro del ruedo es mayor: la de Ronda, en Málaga.
Lo cierto es que ya existía otra plaza de toros en Madrid, pero era muy pequeña. Se encontraba en la calle Alcalá, cerca de la calle Goya. De hecho, se la conocía como 'Plaza de toros de Goya'.
Fue el torero 'Joselito' quien promovió la construcción de un nuevo coso taurino para que los madrileños pudieran verle torear en un lugar más adecuado. Sin embargo, y a pesar de que su idea siguió adelante, el torero no llegó a torear allí: murió en 1920, por una cogida el toro 'Bailaor', en la plaza de toros de Talavera de la Reina.
La Plaza de toros fue diseñada por el arquitecto José Espelius, quien pensó en un estilo neomudéjar, como el de algunas de las viviendas tan especiales que ya se habían construido en el barrio de la Guindalera.
La plaza sería de ladrillo visto sobre una estructura de metal y azulejos exteriores a modo de decoración, obra del ceramista Alfonso Romero Mesa. En los azulejos, aparecen representados los escudos de todas las provincias españolas. Las gradas y andanada son de madera.
Sin embargo, Espelius murió justo un año antes de que la Plaza de Toros se inaugurara y las obras las continuó uno de los arquitectos del estadio Santiago Bernabéu: Manuel Muñoz Monasterio.
Este arquitecto, por cierto, también diseñó edificios tan emblemáticos de la capital como el Cine Ideal, el Teatro Reina Victoria, el Teatro Muñoz Seca y el edificio del Cuartel General de la Armada, con una de las escaleras más espectaculares de toda la ciudad.
El diámetro de su ruedo tiene un total de 61 metros. Es el segundo más grande de España, después del del Ronda (Málaga)
El aforo de la Plaza de toros de Las Ventas también es uno de los mayores de todo el mundo. Solo lo superan las plazas de toros de México y una en la ciudad venezolana de Valencia.
Tiene a su entrada, muy cerca de la plaza, la escultura de un torero: José Cubero 'Yiyo', un monumento creado en 1987 por el escultor Luis Sanguino. Se trata de una escultura en bronce de cinco metros de altura, en homenaje al diestro que murió en la plaza de toros de Colmenar Viejo por heridas de asta del toro 'Burlero'. Precisamente la escultura refleja ese momento en el que el toro está a punto de herirle de muerte a la altura de las costillas.
También podemos ver otras estatuas custodiando la plaza de toros: una en honor al descubridor de la penicilina, el británico Alexander Fleming, otra al torero Luis Miguel Dominguín, que salió hasta cinco veces por la puerta grande de la Plaza, y otra al madrileño Antonio Bienvenida, uno de los toreros que más veces toreó en esta plaza.
Su despegue a partir de 1931
Aunque se inauguró en 1929, la Plaza de toros no vio la primera celebración taurina hasta 1931, con la Corrida de la Beneficencia, con un cartel con nombres como los de Fortuna, Nicanor Villalta, Fausto Barajas, Vicente Barrera y Manuel Mejías Bienvenida.
Y su gran despegue y la Feria que en realidad le dio el prestigio de ser la mejor plaza de toros del mundo fue la Feria de San Isidro, creada a partir de 1946.
Durante la Guerra Civil Española no hubo corridas de toros, y el ruedo se transformó en una huerta. Servía para abastecer de alimentos a los soldados.
Pero la plaza de Las Ventas no alberga solo espectáculos taurinos. También eventos deportivos y hasta musicales. Baloncesto, conciertos, ópera y hasta ha acogido algún circo. En 2013 se intentó instalar sin éxito una cubierta.
En el año 2018 se planeó su reforma para garantizar una mayor seguridad a los espectadores para este tipo de eventos y convertir la plaza en un espacio multiusos, pero las obras han atravesado por diferentes problemas y se han paralizado en numerosas ocasiones y aunque deberían finalizar en este 2021, llevan algo de retraso. Esta reforma reducirá el aforo, mejorará las gradas y buscará la instalación de cubiertas.