Si alguien está ligado a los programas de debate de la tele, ese es Jordi González. A finales de los noventa presentó Todo Depende, un coloquio en el que a veces repartía estopa y diestro y siniestro. Otras veces eran los demás los que daban el cante con algunas opiniones que hoy en día nos suenan hasta un poco prehistóricas.