La zona de Morata de Tajuña fue parte del frente de la batalla del Jarama en la guerra civil. Aún hoy es fácil encontrar en el campo trozos de metralla y otros restos de la batalla. Goyo lleva toda su vida recogiéndolos, de pequeño para sobrevivir en la posguerra vendiendo la chatarra y después para montar un museo sobre la guerra civil que intenta describir el día a día de los soldados de ambos bandos.